Es increíble como en la vida, formamos parte de un entorno maravilloso, dispuestos cada uno a apoyar a el otro, a valorarlo, cuidarlo, quererlo, porque ya pasa a ser parte nuestro, sus cosas son las nuestras y viceversa.
Nuestro entorno; las personas que elegimos, que buscamos, y que forman parte de nuestra rutina, son como nuestra familia. A veces hasta les confiamos cosas que solo ellos saben, pasamos un largo tiempo de nuestras vidas compartiendo momentos inolvidables, malos y buenos, que es cierto, son imposibles de olvidar.
Esos momentos, esa etapa que vivimos, risas, tristezas, emociones, quedaran dentro nuestro como el recuerdo mas preciado.
Eso no cabe duda, esos recuerdos siempre estarán, lo que nunca se puede saber es si esas personas, con las que vivimos momentos únicos, estarán por el resto de nuestras vidas.
Es injusto que no duren para siempre, después de tantos momentos vividos, dejarlos solo como un recuerdo...
Generalmente, desaparecen cuando vamos teniendo mas responsabilidades, cosas
de verdad importantes de que ocuparse, porque la vida ya pasa a ser algo mas complicada de llevar, es por eso que a veces no le prestamos atención a nuestro entorno
pasado, y lo que no vemos es que esa vida pasada, esos momentos que ya se fugaron, son los que nos ayudaron a crecer, a madurar, salir adelante de muchas situaciones, a reflexionar sobre muchas cosas.
Es como la ley de la vida, esas personas cumplen una etapa determinada de tu vida y luego a medida que pasa el tiempo se van esfumando.
· A veces solo quedan algunas o tal vez ninguna
Es duro pensar que estas mismas personas, que ahora forman parte de nuestro entorno, de nuestras salidas, de nuestro crecimiento luego se vayan esfumando...
